From: valarezo7@hotmail.com 
  
 S€bado, 20 de octubre, a€o 2007 de Nuestro Salvador 
 Jesucristo, Guayaquil, Ecuador - Iberoam€rica 
  
  
 (Este Libro fue Escrito por Iv€n Valarezo) 
  
  
 BUSCANDO A DIOS: 
  
 Hemos sido credos por nuestro Padre Celestial en sus manos 
 santas, y con una sabidur€a m€s que perfecta e 
 indescriptible, indescriptible en nuestros corazones y para 
 nuestros esp€ritus y mentes humanas. Somos un milagro 
 grandioso de sabidur€a del m€s all€, como en el reino de los 
 cielos y como en el para€so, por ejemplo, en el coraz€n, en 
 las manos y en el Esp€ritu de nuestro Padre Celestial que 
 est€ en los cielos. 
  
 Y nuestro Dios lo hizo todo as€ en cada uno de nosotros, sin 
 equivocarse en nada, para poner su esp€ritu de fe, de 
 buscarle a €l, por siempre, en nuestras vidas por la tierra y 
 posteriormente en nuestras nuevas vidas celestiales, 
 infinitamente regeneradas por la vida gloriosa y sumamente 
 sobrenatural de nuestro €rbol de vida eterna, €nuestro Se€or 
 Jesucristo! Es como si nuestro Padre Celestial, desde el 
 momento que nos comenz€ a formar del lodo de la tierra en sus 
 manos santas y, aunque parezca incorrecto decirlo: "aun no 
 termina su obra infinita de gran gloria eternal en cada uno 
 de todos nosotros, €nicamente si Cristo vive en nuestros 
 corazones". 
  
 En verdad, cada uno de nosotros es "una obra santa y perfecta 
 en sus manos benditas", la cual le ha tomado siglos, para 
 alg€n d€a (y muy pronto, tambi€n), completarla cabalmente, 
 para gloria y para honra de su nombre muy santo, en el cielo 
 y en la tierra, para siempre. Porque "nuestro Dios nos ha 
 llamado de las profundas tinieblas del polvo de la tierra", 
 para poner en nosotros de su Esp€ritu, de su imagen y de su 
 semejanza celestial, por medio de su Hijo, nuestro Se€or 
 Jesucristo: "para que lo busquemos d€a y noche y por siempre 
 en la eternidad celestial y hasta que lo encontremos en su 
 luz perfecta". 
  
 Ciertamente, hemos sido creados "para buscar a nuestro Dios 
 a€n en los peores y m€s oscuros d€as de nuestras vidas", para 
 encontrarlo: "encontrarlo a como de lugar, s€lo en el 
 Esp€ritu de fe, de nuestro Se€or Jesucristo". Porque el 
 encontrar a nuestro Padre Celestial en nuestras vidas 
 pecadoras es casi un imposible, pero no as€ en la vida de 
 nuestro Se€or Jesucristo; justamente, s€lo "en la vida de 
 nuestro Se€or Jesucristo, por su gracia, por su misericordia, 
 por su bondad infinita y por su amor sin igual, le 
 encontraremos para verle cara a cara", en la eternidad. 
  
 Por ende, "en nosotros est€ el esp€ritu de buscar a nuestro 
 Creador, para encontrarlo", en la manera que nuestro Padre 
 Celestial s€lo desea ser encontrado por cada uno de nosotros, 
 €nicamente "por medio de su fruto de vida, su Hijo amado", € 
 el €rbol de la vida eterna! Por eso, nuestro "Dios creo a 
 Ad€n y a Eva, por ejemplo, para ser encontrados por ellos, 
 exclusivamente por medio del comer y beber del fruto del 
 €rbol de la vida, su Hijo amado, nuestro Se€or Jesucristo, en 
 el para€so y en el resto de la creaci€n de Dios". 
  
 En verdad, "desde mucho antes que nuestros Dios nos formase 
 en sus manos santas o en el vientre de nuestras madres, por 
 ejemplo, ya nuestro esp€ritu humano buscaba a nuestro 
 Creador", para conocerle tal como €l siempre ha sido y como 
 ha de ser en la eternidad venidera. Y, de cuando a ac€, 
 "buscamos a nuestro Dios, desde mucho antes de la formaci€n 
 de nuestros cuerpos y de nuestras almas infinitas, en las 
 profundas tinieblas del lodo de la tierra y a€n, hoy en d€a, 
 con el mismo esp€ritu y con el mismo fervor de siempre, pues 
 as€, seguimos busc€ndole", para encontrar nuestro sentido (o 
 prop€sito) de vivir infinitamente. 
  
 Muy pronto, si no es ya, gracias a la ayuda id€nea de Cristo 
 y del Esp€ritu de Dios: "Encontraremos a nuestro Padre 
 Celestial cara a cara para conocerle tal como siempre ha sido 
 para con cada uno de nosotros, en un d€a, no muy lejano y 
 escogido por €l y m€s no por el hombre pecador de la tierra". 
 Pues buscamos a nuestro Dios, porque "somos amantes" de la 
 luz y de la vida; en verdad, "tenemos el potencial de amarle 
 a €l, como jam€s ha sido amado por nadie, ni a€n por los 
 €ngeles del cielo", salvo nuestro €rbol de la vida eterna, 
 nuestro Se€or Jesucristo, claramente. 
  
 €Ser€ por eso, que nuestro Padre Celestial nos ama mucho, 
 quiz€s? Y nos ama tanto, nuestro Padre Celestial, hasta el 
 punto de entregarnos lo m€s valioso de su vida infinita, en 
 esta vida y en la venidera, tambi€n, su Hijo amado, su €nico 
 €rbol de vida eterna, para los €ngeles del cielo y para la 
 humanidad eterna, en el para€so, en la tierra y as€ tambi€n 
 en La Nueva Jerusal€n Celestial. 
  
 Buscamos a nuestro Dios, en nuestros corazones y en nuestros 
 esp€ritus humanos, porque tenemos el potencial de amar 
 sobrenaturalmente aquel que nos creo, para librarnos 
 eternamente y para siempre de las profundas tinieblas del 
 polvo de la tierra y as€ entonces establecernos como sus 
 hijos y como sus hijas en el nuevo reino venidero, de su 
 nueva vida infinita. €Ser€, pues, por este motivo de que el 
 Se€or Jesucristo descendido del cielo, para morir por la 
 culpa de nuestros pecados, en la manera m€s cruel posible en 
 las manos de pecadores, sobre los €rboles cruzados de Ad€n y 
 Eva y sobre la roca eterna, en las afueras de Jerusal€n, en 
 Israel! 
  
 Creo que si, sin duda alguna. Porque nosotros, como seres 
 humanos que somos, en verdad, sabemos amar a nuestro Dios y 
 Creador de nuestros esp€ritus y de cuerpos humanos, en el 
 cielo y en la tierra aun con un amor mayor al de los €ngeles 
 del cielo; y esto es gloria eterna para nuestro Padre 
 Celestial, para su Esp€ritu Santo y para su Hijo amado. Esta 
 es la gloria que nuestro Padre Celestial siempre ha buscado a 
 trav€s de las edades, para encontrarla s€lo en los que le 
 buscan a €l, en el esp€ritu y en la verdad de su Hijo amado, 
 €el gran rey Mes€as de todos los tiempos, el Hijo de David! 
  
 En realidad, "nuestro Padre Celestial nos creo para la 
 eternidad venidera, porque nos amaba profundamente, sabiendo 
 en su coraz€n sant€simo que creaba en sus manos sagradas a 
 unos seres muy especiales", quienes le amar€an 
 sobrenaturalmente y a trav€s de los siglos, en el mismo 
 esp€ritu de fe y de amor de su Hijo amado, €nuestro €rbol de 
 vida eterna! Aqu€, "nuestro Dios no se equivoco con nosotros, 
 sino que Satan€s hizo de las suyas para que nuestro Dios no 
 sea glorificado en nuestros corazones y en nuestras nuevas 
 vidas infinitas, del nuevo reino venidero del €rbol de la 
 vida y del Esp€ritu de Dios, rodeado por siempre de huestes 
 angelicales del reino sempiterno de los cielos, por ejemplo". 
  
 Ciertamente, buscamos a nuestro Padre Celestial que est€ en 
 los cielos a€n en nuestros peores momentos de nuestras vidas, 
 aunque estemos muy ciegos, espiritualmente hablando, y a€n 
 as€ buscamos a nuestro Dios, para que de una manera u otra 
 encontrarlo a €l, para entonces encontrar nuestra vida y 
 nuestra felicidad infinita, s€lo posible por medio de su 
 Hijo, €nuestro Se€or Jesucristo! Buscamos, pues, a nuestro 
 Dios, "porque deseamos ser amados por €l y sentir su amor 
 infinitamente en nuestros corazones, en nuestros esp€ritus y 
  
 [continued in next message] 
  
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